Las innovaciones tecnológicas siempre han tenido un mayor o menor grado de impacto sobre los diferentes sectores económicos; pero parece que la cuarta revolución industrial, está teniendo un mayor impacto en el sector servicios porque está contribuyendo a marchas forzadas a la automatización de muchos de sus procesos, de tal manera que un sector de actividad tradicionalmente extensivo en mano de obra, está siendo automatizado, con todo lo que ello implica a nivel organizativo (recursos humanos, inversión en tecnología, transformación de rutinas productivas…).