Usualmente, tanto el titular de un despacho como los profesionales, a lo largo del ejercicio de su actividad laboral, deben enfrentarse a situaciones de carácter social para las cuales no están suficientemente preparados. Por esa razón, se hace necesario prestar especial atención al conocimiento y práctica de ciertas normas de etiqueta empresarial, especialmente en un momento tan competitivo como el de nuestra época, en el que los modales adecuados pueden convertirse en una gran ventaja competitiva.