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¿Queremos fusionarnos con otra firma?

En este artículo se analizan las precauciones que una firma ha de tomar antes de asociarse con otra, fusionarse o aliarse estratégicamente.
¿Queremos fusionarnos con otra firma?

Partiendo de que cada vez más, para sobrevivir en el mercado y ofrecer un servicio integral a los clientes, hay que buscar alianzas, nacionales y/o internacionales, de mayor o menor envergadura, a continuación expondremos algunos de los criterios que podemos seguir:

  1. La firma debe analizar sus propias características. Tras este análisis, es conveniente que busque posibles socios parecidos o con algunos puntos en común.
  2. Hay que tener muy claro qué aspectos se desean reforzar con la fusión o la alianza. Así, es posible que el despacho pequeño busque afianzar a sus clientes mediante la prestación de un servicio integral, o que uno grande necesite alianzas internacionales que le permitan asesorar a sus clientes a donde vayan.
  3. Es aconsejable definir el método que se va a seguir para seleccionar al socio. A veces los fracasos pueden venir de las búsquedas anárquicas, sin ton ni son.
  4. Una vez seleccionados algunos posibles “candidatos a socios”, es necesario analizar sus características, para ver si concuerdan con las propias, así como su posicionamiento en el mercado del asesoramiento jurídico. Este análisis debe ser objetivo y, de entrada, no ha de implicar ningún juicio de valor.

Precisamente el estudio de las características de nuestros candidatos es lo más importante del proceso de selección. En él se ha determinar, entre otras cosas:

  • La finalidad de la firma.
  • La propuesta de servicios
  • Su especialidad.
  • Su imagen.
  • El tipo de clientela objetiva que tiene.
  • Tamaño.
  • Rentabilidad.
  • La cultura.
  • Respecto a profesionales: dedicación, retribución, fichaje.
  • Organización y composición del despacho. Estructura jerárquica.
  • Publicidad, relaciones públicas y marketing.
  • Proyección futura del despacho.

A veces, a pesar de adoptar todas las precauciones posibles, se cometen errores posteriores a la fusión, que a menudo son de carácter humano. Pensemos que la decisión de una fusión normalmente se adopta desde la cúpula (titular), a menudo desde países extraños, y por desgracia, con demasiada frecuencia no se comunica a los empleados el proceso que está en fase de gestación. En ocasiones, incluso, se acaban enterando a partir de noticias que circulan fuera y al margen de la firma. Y esto es negativo, porque el desconcierto y la desorientación que se provoca en el personal acaba haciendo mella en la imagen de la empresa, por no hablar de las consecuencias traumáticas que puede causar el choque de culturas.

Tal como hemos indicado, para que la fusión sea menos dura, será preciso estudiar las características de cada una de las firmas fusionadas. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la firma resultante tendrá una identidad propia, recién creada, y con unos objetivos. Por supuesto que si tuviéramos que alcanzar una solución de laboratorio, lo ideal sería adoptar la aquellas costumbres más positivas de cada organización, potenciándolas, y tratando de solventar antiguos vicios.

Evidentemente, es más fácil teorizar que llevar las cosas a la práctica, pues el choque de culturas será difícil de evitar. Si la comunicación interna y externa de tal operación no se hace con tacto, pueden producirse recelos, tanto entre los trabajadores como entre los clientes.

Una experiencia o consejo real

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Miguel Angel Hortelano, socio y director general de Fórum Jurídico, nos explicaba su experiencia de fusión de dos despachos de abogados; lo hacía a través del documento fundacional por el cual nació su firma y dicho documento, curiosamente, era un PLAN DE NEGOCIOS con mayúsculas. Esto ya nos da una pista de los objetivos de porque deben fusionarse dos firmas profesionales.

También explicó que durante el 1er año estuvieron funcionando con sedes separadas como precaución por sí las cosas salían mal. Una vez el proceso salió bien, ya se fueron todos a un mismo local y se integraron todos los profesionales como un solo equipo.

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