En el encuentro, normalmente hay un favorito que tiene unas expectativas de resultado, los dos factores principales que influyen para conseguir esas expectativas son: que el entrenador haya elegido la estrategia mejor para competir y que los jugadores sepan ponerla en práctica, realizando los movimientos, los pases, los remates, etcétera, de la forma más eficiente.
Curiosamente, hay ocasiones en las que algunos equipos que parten como favoritos pierden a las primeras de cambio; por el contrario, hay otros equipos que son sorpresa al alcanzar grandes triunfos. Sin duda los primeros tienen un margen de competitividad muy alto, mientras que, en los segundos, el margen es muy bajo o casi nulo.
En el mundo empresarial, el margen de competitividad es la capacidad que tiene una organización de conocerse a sí mismo, de saber idear la estrategia más adecuada y, sobre todo, la capacidad que tiene de llevarla a la práctica.
El indicador que mejor puede medir el margen de competitividad es el del rendimiento, que normalmente viene definido por el cociente entre beneficio y la inversión. Si desarrollamos un poco más este cociente, llegamos a la conclusión, que la rentabilidad de los negocios se puede resumir por la rotación (ventas/activo) y por le margen (beneficio/ventas).
Cuando la alta dirección fija la estrategia a seguir, se entiende que delimita cuáles son los mercados, los clientes… que van a atacar. Ser eficaz en la implantación de la estrategia quiere decir que se conseguirán los objetivos planteados en el plan estratégico y, por tanto, que se alcanzarán los niveles de rotación deseados.
Cuando los directivos de las empresas fijan la estrategia de cómo se deben hacer las cosas, la que más tarde se concreta en las diferentes políticas y normas, se entiende que delimitan cuáles son los recursos necesarios para lograr los objetivos marcados; por lo tanto, se entiende que una buena dimensión de los recursos son los que van a permitir a la empresa hacer los procesos de la manera más eficiente. Si se alcanzan, la empresa conseguirá el margen planificado.
¿Por qué es importante el margen de competitividad para una firma profesional?
Básicamente por varias razones:
1º. Por razones internas
El director de una firma debe saber cual es el nivel de mejora que debe exigir a sus equipos y recursos, debe intentar conocer cuál puede ser el nivel de acierto de su estrategia; a su vez debe controlar que se lleva a cabo, porque es muy motivador para la plantilla de personas que trabajan en la firma y en especial para las personas que piensan en la estrategia, que se alcancen las expectativas y objetivos diseñados; además, es muy importante para las personas que deben llevar a cabo los procesos saber que son eficientes y que por tanto lo que deben hacer lo hacen correctamente.
2º. Por razones externas
Cada vez se valora mas que una organización se conozca a si misma y que lo que planifique lo cumpla y, por tanto, que su margen de competividad sea cero. Esto significa que el rendimiento que se puede esperar de una empresa sea realmente el logrado.
La función de un director general debe ser que el margen de competividad sea cero. Es un buen indicador de la labor del director general de la empresa.