La tendencia actual en las empresas que se consolidan y adquieren una cifra de facturación elevada (superior 6 millones de euros), es la de integrar en su propia estructura básica distintas funciones de carácter fiscal y jurídico. Por ello, a las empresas no les basta con tener los servicios exclusivos de un despacho que solucione sus problemas a medida que vayan surgiendo. Quieren recibir un óptimo grado de información y formación sobre los temas jurídicos que tienen gran trascendencia y novedades legales en el desarrollo de su actividad empresarial.
Destinada a cubrir esta necesidad de las empresas, por pequeña que sea su infraestructura, nace la posibilidad de ofrecer a nuestros clientes un servicio de carácter formativo.
Una vía de promoción
La oferta de un plan de formación a nuestros clientes mejora la calidad del servicio que puede ofrecer un despacho de asesoramiento jurídico. Se ofrece calidad, en cuanto se da a la persona lo que ella quiere. Teniendo en cuenta las limitaciones que en cuestiones de publicidad tienen los asesores, la formación puede ser un instrumento para establecer una relación interactiva con nuestros clientes, entre lo que ellos esperan y lo que se les ofrece.
Al mismo tiempo podemos alcanzar un gran nivel de credibilidad frente a nuestros clientes y dentro del propio sector.
Los temas a tratar
El primer planteamiento que debemos hacernos al organizar este tipo de actividad formativa se refiere a los temas a tratar. Estos deben estar estrechamente relacionados con el servicio o especialidades que pretende ofrecer el despacho.
El grado de especialización que pueda ofrecerse va a resultar fundamental. Como indica Eva Sanz, Abogado, el marketing debe basarse en el conocimiento y en la experiencia. El despacho va a tener que prestar atención a sus clientes, a los competidores, y a las novedades legislativas y jurisprudenciales que van saliendo a la luz. A partir de esta información, estará en disposición de plantear los temas más interesantes.
La participación de los clientes en este sentido es decisiva en la fijación de un temario en cuanto es una forma de integración (relación despacho – cliente), y de garantía en cuanto van a quedar cubiertas las necesidades y deseos de los clientes.
Lo esencial al organizar una sesión de Formación
1º Tenemos que pensar en lo que “queremos vender”( Especialidad o Servicio o Solución)
2º Tenemos que pensar en las necesidades o interès del cliente/asistente
3º Tenemos que ofrecer un temario/sesión que sea util, practico y a ser possible ameno o incluso divertido.
¡Tenemos que impactar!!.. y sobretodo TRANSMITIR CONFIANZA
Los temas a tratar deben estar estrechamente relacionados con el servicio que pretende ofrecer el despacho
Formato de la actividad
La actividad formativa que puede ofrecer un despacho de asesoramiento depende de varios factores:
- La capacidad organizativa del propio despacho.
- La clientela a quien va dirigida.
- Los temas o especialidades que se van a tratar.
Así, el formato que pueden adoptar estas iniciativas podrá ser básicamente:
Cursos
- Suelen ser de formación básica y con un temario desarrollado.
- Su duración será prolongada y regular.
- Tienen mayor coste organizativo, a nivel económico y funcional, pero al mismo tiempo constituyen una fuente mayor de ingresos. Como el riesgo económico es elevado, estarían indicados para grandes asesorías, y sería recomendable la asociación o participación con empresas o instituciones especializadas.
Seminarios (presenciales u online)
- Pueden ser de actualización, o reciclaje, o sobre temas monográficos.
- Su duración suele ser puntual, y determinada en el tiempo en cuanto se refieran a una reforma legislativa. Por ello precisamente requiere agilidad en cuanto a su convocatoria. La dificultad organizativa en este caso puede ser obstáculo para asesorías de tipo medio o pequeño. El riesgo económico debe barajarse, así como el tiempo hurtado al trabajo específico de la asesoría.
Charla – coloquio (preseneciales u online)
- Puede tratarse de sesiones informativas sobre aquellas novedades legales que tiene gran trascendencia, y pueden afectar directamente a nuestros clientes.
- En este caso, se trata de un acto asequible: el coste organizativo podría ser asumido por cualquier despacho profesional. Lo importante es saber explotar el poder de convocatoria, a partir del tema propuesto, de su ponente, o escogiendo el momento oportuno.
¿Quién lo imparte?
La elección de los ponentes debe ser muy cuidadosa. No sólo depende del tema tratado sino también a quién va dirigido. De todos modos, hay que tener presente que la credibilidad se convierte en un valor fundamental. También es interesante que el despacho organizador domine una proporción del conocimiento, así como cierta experiencia práctica en la materia tratada.
Las posibles opciones son básicamente las siguientes:
- Profesionales del propio despacho.
- Otros profesionales especializados en el tema.
- Personalidades, grandes expertos, con poder de convocatoria.
La infraestructura cuando el formato es presencial
- El local debe ser el adecuado a las características del curso
- La documentación es otro aspecto a cuidar. Debe suponer un valor añadido al acto, mejorando la calidad de éste.
- Finalmente otro aspecto que nunca debe olvidarse es la necesidad de que los asistentes, al final del acto, cumplimenten un cuestionario de evaluación del servicio.
- Destacar que hoy en dia cada vez se utiliza mas el formato online, a traves de plataformas como Skype /Webex. Pueden ser utiles y muy practicas para facilitar pildoras de conocimiento o consejos, pero deben ser impactos muy cortos( maximo de 1 hora). No obstante esta demostrado que, hoy por hoy, si queremos impactar y empatizar con el cliente el formato presencial todavia es ganador.
¿Cómo captar asistentes?
En este punto, debe hacerse un esfuerzo importante ya que el éxito de la actividad organizada depende de nuestro poder de convocatoria. La tarea de difusión debe ser eficaz, pero no podemos olvidar las limitaciones que en materia de publicidad establecen los colegios profesionales.
Mailing (correo electrónico) y posterior seguimiento telefónico (telemarketing)
Consiste en enviar los mensajes en forma de carta,notas, por correo electronico o correo ordinario, adjuntando el folleto en formato papel o electronico que presente la actividad organizada, bien como incitación directa a una respuesta favorable, bien como anuncio de una posterior visita o llamada de nuestro despacho.
Prensa
Lo primero que debemos hacer es definir los objetivos que pretendemos alcanzar. En función de ellos, decidiremos a través de qué medio queremos presentarnos. Para que un anuncio tenga <<gancho>> debemos exhibir el beneficio que el cliente puede obtener con la asistencia al acto. El anuncio debe decir algo deseable sobre la actividad organizada.
El día después… evaluación de la respuesta
Una operación importante a posteriori, será evaluar la respuesta que hemos obtenido a nuestra convocatoria. A veces la calidad del servicio ofrecido no se corresponde necesariamente con la que percibe el cliente. Puede existir un malentendido respecto al criterio utilizado.
Para este análisis sería útil la creación de una base de datos recopilando toda la información posible. El diálogo con el cliente permitirá adaptar el servicio a lo que éste demanda: flexibilidad frente a nuevas oportunidades, sensibilidad a lo que se exige, y elasticidad ante los errores.
Conclusión
Este nuevo servicio es el resultado de la suma de varios componentes: información, seguridad y comodidad para el cliente. Una buena respuesta a las necesidades planteadas puede hacernos ganar un cliente para toda la vida.
Así, hemos visto que dentro de una estrategia de marketing hallamos esta nueva vía que permite a cualquier despacho de asesores ofrecer un mejor servicio a sus clientes y, al mismo tiempo, obtener mayores ingresos.
Trate el tema del seminario como una persona de empresas en lugar de cómo un formador. Averigüe lo que quiere el mercado. Decida lo que puede usted hacer, de forma improvisada, para satisfacer una necesidad de mercado. Diseñe sencillos materiales para repartir o un manual mínimo, promocione su seminario y adelante. Si realmente tiene algo que vale la pena decir, la gente obtendrá grandes beneficios y su iniciativa prosperará. Si por casualidad le va mal, habrá invertido y por lo tanto, perdido muy poco. Para atraer al público general, su seminario necesita decirles:
- La forma de hacer más dinero o de ahorrarlo.
- La forma de desarrollar sus intereses.
- La forma de solucionar un problema
- La forma de enriquecer o mejorar sus vidas.
(Tom Lambert)