- Publicar Boletines de novedades legislativas. Un boletín, normalmente en formato digital, de estas características es una publicación periódica cuyo objetivo es mantener a los clientes al tanto de las novedades legislativas, así como crear una mayor vinculación entre el profesional y el cliente.
- Redactar artículos sobre temas que puedan interesar a los empresarios o directivos. Pocas cosas son más eficaces o más rápidas en la creación de la reputación de un profesional el que su nombre aparezca con frecuencia en letra impresa (revistas, prensa económica, prensa local, etc.). No obstante, conviene planificar esta técnica, no se trata de escribir en cualquier medio, conviene analizar qué público lee dicha publicación. También conviene analizar el tema a desarrollar para que sea interesante y despierte curiosidad a un determinado público o sector.
- Escribir libros. Para muchos profesionales con una cierta experiencia, escribir un libro se convierte casi en una asignatura pendiente. No obstante, el efecto promocional dependerá del medio elegido, calidad de la publicación, difusión, etc. Luego es un aspecto que también conviene tener presente. El lector debe quedar impresionado de los consejos y experiencias que se exponen y llegar a la conclusión que también debería beneficiarse de los mismos (Ejemplos de Planificación Sucesoria, Reestructuración de Empresas, Optimización de Patrimonios, etc.).
- Todo lo anterior, hoy en día, es mucho más fácil gracias a las redes sociales (Linkedin, Twiter, Facebook) y las páginas web (blog) de las firmas.
Seminarios, talleres y reuniones de trabajo
Los seminarios, las mesas redondas o conferencias destinados a directivos o empresarios son un excelente medio para ganar la confianza de potenciales clientes.
Al igual que el punto anterior, se ha demostrado durante el COVID19, que el canal virtual también es una excelente vía para montar conferencias o eventos a través de plataformas como Zoom, Webex, etc.
Publicidad
La misión de la publicidad es despertar el interés a un gran número de clientes potenciales convenciéndoles de que los servicios de la firma son particularmente atractivos para ellos. Los medios pueden ser: Prensa, Radio e incluso algunas multinacionales de la consultoría ya se están anunciando en televisión (Canal Plus).
Otra vía posible nos lo da internet, a través de vídeo publicados en canales como Youtube, Vimeo… y que luego podremos promocionar a través de redes sociales o la propia web.
Otras fórmulas posibles
Algunas posibilidades más:
- Material publicitario enviado por correo (postal o por correo electrónico).
- Notas de prensa en revistas o portales empresariales o sectoriales.
- Realizar encuestas (hoy en día por internet existen excelentes herramientas y facilidades).
- Realizar algún estudio sobre el sector.
- Participar en Exposiciones o Ferias empresariales.
- Inscribirse en Guías Profesionales o Directorios.
- Disponer de un buen emplazamiento y unas acogedoras oficinas.
Último recurso. Iniciar contactos en frío
Finalmente, si después de aplicar y poner en práctica estas técnicas anteriores no acuden los clientes, no le quedará más remedio que iniciar contactos en frío.
Es la fórmula más antigua y clásica y que en el sector tiene mala prensa.
Es la parte más dura de la comercialización de los servicios y en principio es en la que la mayoría de profesionales del sector tienen menos fe. Sin embargo, opinamos que esta práctica si se hace con estrategia y planificación en el medio plazo da resultados espectaculares.
Es decir, la visita, cartas o llamadas telefónicas en la que un profesional se dirige a un cliente potencial y trata de venderle sus servicios. No obstante, recomendamos a quienes deseen lanzarse por esta vía, unas ciertas dosis de paciencia, invertir en selección y promoción y esperar resultados a medio y largo plazo.
Un caso real de éxito
Conocemos una experiencia real, de una Asesoría, en la que se contrató a un profesional, para que llevara a cabo exclusivamente tareas de comercialización. Durante un año no consiguió ningún cliente, sin embargo en el mes de Enero del segundo año de golpe aportó 70 clientes-empresa. En definitiva, en dicho mes recogió los frutos del trabajo realizado durante todo un año, bien planificado y estructurado. El titular de la Asesoría tuvo fe y apostó fuerte.
El volumen de negocio conseguido fue realmente importante, multipliquen 70 clientes por una facturación promedio anual de 2.500 euros/año/cliente, resulta de una facturación anual consolidada de 175.000 euros, más el negocio indirecto que pueden comportar estos nuevos clientes.
El titular invirtió durante un año 30.000 euros, y el retorno que obtuvo compensó con creces dicha inversión o coste.