El factor humano se ha convertido en un recurso estratégico para los despachos. Por ello, se están dando cambios en la forma de gestionarlo. Los directivos o el responsable de recursos humanos –si lo hubiera– deberán adquirir conocimientos del negocio e implicarse en el proceso estratégico de la firma, con el objetivo de contribuir al posicionamiento competitivo del despacho
La mayor complejidad organizativa, la coexistencia de diferentes generaciones de trabajadores, y la transformación digital hace que las necesidades de personal tanto cuantitativamente, como en materia de formación y conocimientos, se vean alteradas y se requiera el desarrollo de procesos de reciclaje de las personas, la incorporación de nuevas habilidades o la ampliación del número de trabajadores, a medida que el despacho va creciendo.
Si no se realiza una correcta planificación de los recursos humanos, se pueden generar plantillas sobredimensionadas o infradimensionadas, un problema muy grave en cualquiera de los dos casos.
Objetivos de la planificación de Recursos Humanos
Como en cualquier estrategia, han de determinarse unos objetivos de la planificación de los recursos humanos. En dicha área, podemos determinar los siguientes:
- Rentabilidad. Se trata de reducir la incidencia del coste laboral en la cuenta de resultados de la firma, dotando a la organización de los efectivos idóneos para el logro de sus objetivos.
- Competitividad. El coste laboral no sólo repercute en la cuenta de resultados sino que también es determinante del precio de los servicios y, por tanto, de la situación competitiva de una firma en el sector.
- Coordinación interna. Busca la congruencia de las acciones desarrolladas por el departamento de recursos humanos con los planes de los restantes departamentos.
- Eficacia. Incide positivamente sobre el desempeño de los puestos de trabajo, garantizando perfiles profesionales idóneos y evitando vacantes prolongadas.
- Comportamiento organizativo. La planificación de recursos humanos se convierte en un potente instrumento de motivación del personal a través de los planes de carrera individualizados, buscando la integración y coherencia del progreso individual con el desarrollo de la organización.
En definitiva, los objetivos de la planificación son:
- Optimizar el factor humano de la firma.
- Asegurar en el tiempo la plantilla necesaria, cualitativa y cuantitativamente.
- Desarrollar, formar y promocionar al personal actual, de acuerdo con las necesidades futuras del despacho.
- Motivar al factor humano de la firma.
- Mejorar el clima laboral.
- Contribuir a maximizar el beneficio del despacho.
El problema de que un empleado esté desmotivado no es que se vaya, sino que se quede con esa actitud
Sirva como reflexión estas interesantes opiniones, bajo el titulo; «Hablemos de recursos humanos: es horrible ese nombre”