Transversalidad
Cualquier cambio dedicado a la transformación digital debe impactar en el corazón de actividad del despacho. Para ello es necesario pensar en estrategias, que, si bien en el papel se aguantan sin problema, necesitan ir acompañadas de planes con su gobierno, acciones y KPIs que muestren en desempeño.
Saber que en el cambio hay un camino que va del punto A al B. En esa senda hay espacios grises que debemos saber cómo vamos a dar respuesta los equipos. Hablamos del cómo y del qué vamos a responder en la medida en la que hay situaciones que serán imprevistas. Lo importante es tener claro que es necesario dedicar recursos para hacer el viaje lo menos abrupto posible.
Si tenemos que impactar en el corazón del despacho, también tenemos que envolvernos en una narrativa que justifique el porqué del cambio. Se debe crear la historia sobre la cuál justificaremos el sentido de cambio que implica atacar a todo el despacho. A ese relato es al que acudiremos cuándo vengan los momentos difíciles, aferrándonos siempre al porqué cuándo acabemos el proceso transversal seremos mejores en el mercado.
Roles y responsabilidades
No basta con que los socios o directivos quieran hacer el cambio porqué querer no es poder. Necesitamos que la capa más alta del despacho entienda que digitalizar y transformar el despacho es algo que va más allá que pensar en cambios útiles, pero de poco impacto (trabajar en la nube, hacer marketing a través de las redes o poner tal o cual software). Se trata de entender que hay que dedicar personas que se dediquen a pensar y desplegar soluciones, tener recursos para conectar aplicaciones y reducir procesos manuales.
A este compromiso hay que sumarle otro fundamental: el de los equipos intermedios. Los que realmente deben liderar el cambio con el resto de su personal. Ellos son los que van a velar porqué se ejecuten los cambios y aseguran que el resto del equipo siga en el mismo barco, minimizando problemáticas y asumiendo el reto que implica ser lideres en un área.
Mantener la llama de la transformación digital, siendo un camino con altas dosis de resiliencia, requiere de agentes de la transformación. Campeones internos que de forma transversal ayuden a que todos estén en el mismo punto y tengan acceso a los mismos recursos para llegar.
Iteración
El siguiente aspecto es quizás el más difícil. La eterna iteración de los procesos de transformación. No hay una hoja de ruta única o que no tenga variaciones mientras se implanta. Se inicia el proceso y los consiguientes cambios. Se mide el grado de cumplimiento y replantean, en función del éxito, nuevas prioridades o formas que superen posibles piedras en el camino.
Los despachos esperan que de principio al final sea un camino lineal, pero el terreno de juego, a pesar de tener normas, implica cambios. Los socios, a través de su compromiso, deben ser resilientes y entender que el futuro a veces no golpea y de repente hay disrupciones que plantean cambios.
Si no estamos preparados para este tipo de razonamientos, no perdamos el tren de la transformación digital. Trabajemos a dos niveles. Si una estrategia nos pide de pensar a medio y largo plazo, el corto plazo pide de victorias rápidas y tácticas que nos alimenten.
Dejarse en manos de profesionales
De la misma manera que nuestros clientes llegan a nosotros porqué somos especialistas en un terreno tan sensible como el legal (resolvemos problemas derivados de un ámbito complejo y generamos oportunidad con nuestro conocimiento para asegurar la viabilidad de negocios o la tranquilidad del día a día de las personas en su relación con Administraciones u otros), hay que trabajar con especialistas. Es necesario trabajar con otros, los equipos de desarrollo o tecnólogos. Aquellos tienen que entender las necesidades del despacho, pero también con entendernos. Esto implica llegar a acuerdos y negociar.
Propuesta para tener éxito y no quedarnos en los grandes conceptos
La suma de todos los puntos anteriores centrados en la cultura, centremos nuestra transformación en palancas que nos darán cierto éxito para 2023:
- Centrarnos en el uso de datos. Datos para diagnosticas y anticipar. Datos para poner al cliente en el centro. Datos para generar nuevas experiencias. Datos para abrir nuevos mercados y llegar a más clientes.
- Ser eficientes en los procesos. Procesos que reduzcan lo manual. Procesos que no se centren en lo que aporta poco valor y poca facturación. Procesos que nos permitan en centrarnos en atender al cliente y crecer en servicios de conocimiento.
- Exploremos la revolución que va a implicar en el sector la Inteligencia Artificial a través de la nueva generación de aplicaciones que supone el ChatGPT u otros. Para mejorar en marketing, respuesta a clientes y automatización de comunicaciones.
Con todo ello quizás si podamos tener éxito en aquello de transformarse. No más queda que recordar que si bien el camino es estrecho y sinuoso, hay que tener buen calzado y estar preparado para todo lo bueno y menos buenos que pueda suceder.