Según sus autoras, los departamentos de know-how están inspirados en la figura anglosajona del professional support lawyer y van más allá del centro de documentación tradicional. “Integrando información procedente de diversas fuentes y en distintos soportes (práctica diaria de los abogados del despacho y experiencias externas, doctrina especializada, Internet, prensa, bases de datos, etc.), lo someten a un férreo escrutinio y “mastican” toda esta información para presentarla a los abogados “digerida”. Eliminan lo superfluo y adaptan la información a la práctica y necesidades de los abogados y sus clientes con un objetivo claro: buscar formas eficientes de que el conocimiento de los abogados llegue a sus clientes prestando un servicio eficiente y de calidad”.