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¿Eres un profesional del siglo XXI?

Seguidamente hacemos una lista de características y valores que un profesional debería cumplir para competir en el actual siglo XXI. Puede ser útil para realizar un autodiagnóstico.
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Seguidamente exponemos nuestra lista

  1. Adaptabilidad: la clave para la supervivencia es la capacidad de adaptación. Y para ello resulta del todo imprescindible conocer en qué mundo nos encontramos. Muchas de las personas que no cambian no lo hacen porque ni siquiera son conscientes de que su mundo ha cambiado y, por tanto, no ven la necesidad de cambiar.
  2. Capacidad de riesgo y de trabajo en la incertidumbre: la capacidad para asumir de forma habitual riesgos más o menos razonables, saber aceptar los fracasos de forma– y cambiar la forma en que tomamos decisiones.
  3. Orientación a proyectos: la capacidad para trabajar orientado a resultados concretos, a obtener en una fecha determinada, compaginando varias actividades a la vez para uno o varios clientes se irá convirtiendo en algo cada vez más habitual.
  4. Movilidad: es decir, la capacidad para trabajar en cualquier lugar (comunidades, países o continentes), presencialmente o a distancia amplia las posibilidades del profesional a la hora de integrarlo en redes diversas y trabajar en múltiples proyectos.
  5. Autonomía: puede trabajarse con autonomía tanto si se hace por cuenta ajena como si se hace por cuenta propia. En realidad ser una persona autónoma significa ser una persona con recursos propios. Para conseguirlo es aconsejable conocer idiomas (sobretodo inglés) y tener una cierta cultura general combinada con una cierta especialización.
  6. En red: ser una persona independiente hace aún más necesaria la conexión a múltiples redes como mejor forma de estar al día, de llegar al máximo de clientes y de contar con los recursos necesarios para poder tirar adelante cualquier proyecto.
  7. Curiosidad: en la Era del Conocimiento es imprescindible aprender constantemente, pues hoy en día la distancia entre estar al día y quedar obsoleto es muy corta. A la que nos descuidamos quedamos desfasados. La curiosidad es muy importante, pero también lo es la capacidad de separar la información valiosa o útil de la que no lo es. Es decir, hay que saber lo que es importante de lo que no lo es.
  8. Mentalidad tecnológica: hoy por hoy quien no tiene un mínimo conocimiento tecnológico está fuera del mercado. Actualmente ya no es una elección sino una obligación. Saber de tecnología no es una opción. Como mínimo se ha de saber: qué tecnologías existen, cuáles van surgiendo, para qué sirven, quiénes saben de cada una de ellas y cómo aprenderlas en caso necesario.
  9. Marca personal: un buen currículum vitae ya no es suficiente. Es fundamental la impresión y sensación que se deja en los demás, tanto clientes, como colaboradores como terceros en general, es decir, la marca personal. Más allá de tu título y de tu CV, lo que ahora importa es tu marca personal, es decir, la huella que dejas en otros, sean clientes, colaboradores, etc. La marca personal va mucho más allá del marketing en redes sociales e incluye todo lo que haces, cómo lo haces, con quién lo haces y para quién lo haces. Tener una marca personal sólida significa ser una persona con credibilidad, fiable y excelente reputación.
  10. Productividad personal: es fundamental contar con un método que ayude a poner el foco en lo realmente importante y a lograr los resultados buscados.
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