- Digitalización Básica para las PYMES: Este eje se despliega en diversos programas centrados en la implantación de aplicaciones que faciliten la automatización y digitalización de procesos. También encontramos programas centrados en mejorar la conectividad y la ciberseguridad de las empresas.
- Apoyo a la Gestión del Cambio: Esta línea se centra en la formación a directivos en la transición digital de las organizaciones para poder liderar esos procesos, formar a jóvenes para mejorar sus conocimientos y habilidades en procesos de digitalización y fomentar la contratación de profesionales de la transformación digital que aceleren el cambio digital.
- Innovación Disruptiva y Emprendimiento: Este eje se centra en el desarrollo de procesos de innovación que faciliten la creación de nuevos servicios o productos, diseño de nuevos modelos de negocio basados en la explotación de tecnologías 4.0. (Big Data, Inteligencia Artificial o Blockchain, entre otras). Esta línea se complementa con programas dedicados a la creación de asociaciones y centros dedicados a promover la innovación empresarial, y a la creación de startups centradas en el uso de tecnologías.
- Apoyo a la Digitalización Sectorial: Esta línea se basa en programas específicos dedicados a la industria, el turismo y el comercio minorista o de distribución.
- Coordinación, Eficiencia y Reformas: Finalmente, encontramos programas de apoyo a asociaciones empresariales que conecten inversores con emprendedores. También existirán iniciativas que permitan validar y acreditar la madurez digital de las pymes con el objetivo de garantizar la viabilidad de estas respecto a inversores.
A partir de aquí, ¿qué hacer? En la actualidad, aún no hay convocatorias abiertas que pudieran interesar a los despachos profesionales (si para sectores meramente industriales en general, de la energía en particular), pero sí algunas Comunidades Autónomas que se encuentran asesorando a las empresas para que puedan empezar a dibujar proyectos con los que participar y garantizarse acceso a las ayudas. Es decir, no hay aún lugar al que dirigirse, pero se tiene claro que para ser un caballo ganador hay que empezar a considerar hacia donde se quiere ir. No en vano, todas las Administraciones nos invitan a pensar en grande, pero de forma robusta. Y ello requiere tiempo y considerar la posible complejidad de determinadas apuestas.
Por ejemplo, desde Acció (Cataluña), Agencia para la Competitividad de la Empresa, se tienen claros cuáles serán los criterios o los aspectos que se valoraran o consideran positivos de cara a las futuras convocatorias:
- La singularidad e innovación de la propuesta, es decir, proyectos que aseguren la novedad y la competitividad.
- Su grado de madurez, es decir, propuestas que sean viables, factibles y deseables. Y, además, que vayan a ser ejecutadas por una organización solvente.
- La inversión en tendencias de futura. Ya hemos comentado el factor determinante de aquello conocido como Industria 4.0.
- La potencial comercialización o crecimiento de la organización en el mercado. Esto incluye la propuesta de inversión.
- Proyectos presentados por organizaciones con un liderazgo empresarial consolidado y fuerte dentro del sector en el que opere la empresa.
¿En qué tipos de proyectos podría participar un despacho profesional?
A la luz de lo visto, destacan dos a tres aspectos:
- En el ámbito tecnológico, sin duda, la aplicación de IA para la automatización de procesos y para dar servicio a los clientes en tareas con poco valor tiene que ser una apuesta. Chatbots, RPAs…
- En el mismo campo, el uso del Big Data y la integración de datos como forma de aportar valor a negocio. Por un lado, para conocer el estado del despacho y anticipar las necesidades de los clientes. Por el otro, para reducir la cantidad de procesos manuales que históricamente gestionan los despachos. Finalmente, incluso un despacho se puede plantear crear nuevos productos o servicios basados en el análisis masiva de datos y la identificación de patrones que aporten valor a los clientes.
- En el ámbito cultural, es una oportunidad para formar a los socios y el resto de los miembros del despacho en transformación digital desde todos sus puntos de vista. Desde un punto de visto de entender que tanto supone digitalizar y como orientar ese cambio, cómo incluso integrar procesos de innovación abierta que garanticen la continua mejora y el crecimiento.
En conclusión, es el momento de estar expectante ante la próxima abertura de los fondos, y, sobre todo, no esperar a que salga la fecha de examen para empezar a estudiar.