Las razones que parecen fundamentar esta percepción son, por un lado, la existencia de un gran número de entidades que se dedican a la misma área de negocio y, del otro, el hecho de que éstas se hallen concentradas geográficamente. No en vano casi el 70% de las asesorías declaran tener que disputarse su cuota de mercado con otras 50 o más entidades homólogas en su mismo territorio.
Más de 50 | 69,5% |
Entre 20 y 50 | 16,4% |
Entre 10 y 20 | 8,6% |
Menos de 10 | 5,5% |
Para hacer frente a esta situación de creciente competitividad, los despachos profesionales pueden optar entre una pluralidad de líneas estratégicas, nosotros en esta ocasión destacamos la siguiente:
La creación de una marca distintiva
La expansión de su ámbito geográfico de actuación, incluida la competencia en el mercado es el estadio natural de toda empresa, ella no sólo garantiza la satisfacción de las necesidades de los agentes sociales y económicos, sino que lo hace salvaguardando los cánones de máxima eficacia y eficiencia.
En consecuencia, es objetivo de toda organización preservar su propia existencia dentro del mercado pese a la presión de sus competidores; y para ello es imperativo que las empresas de cualquier sector, incluido el de las asesorías, logren distinguirse del resto de sus competidores mediante la implementación de estrategias destinadas a crear, o en su caso reforzar la marca del propio despacho profesional porque, tal y como señala Emili Cuatrecases, el problema principal no es la concurrencia de múltiples empresas en un mismo sector sino que todos ellos ofrezcan los mismos servicios.
Sí, (la competencia) existe. Pero es una competencia sana, es decir; el problema es cuando muchos profesionales hacen lo mismo
Rafael Fontana: Cuatrecasas
Por otro lado, la marca, además de ser un elemento distintivo que diferencia la propia empresa de la competencia, también constituye uno de los principales factores de creación de valor añadido.
Como han probado las encuestas, los valores que llevan a los clientes a contratar un determinado despacho son, esencialmente, intangibles. El cliente escoge siempre un despacho que le merezca confianza. Esta confianza puede ser objetiva o subjetiva, o mejor aún, ambas. Coincidimos todos los despachos al señalar que el elemento indispensable y más valioso de un despacho de abogados es el talento de sus profesionales. Eso es lo que a largo plazo crea la diferencia. Hasta hoy, pues, el valor añadido está en la reputación de la firma y su equipo de abogados
Emili Cuatrecases: Cuatrecasas
(…) Hemos reflexionado sobre nuestras ventajas competitivas, potenciando su visibilidad y buscando la creación de una “marca” sólida y con reputación entre nuestros clientes y mercados potenciales
Manuel Martín y Rosana Rumschisky: Gómez Acebo & Pombo
En opinión de las asesorías consultadas, los principales rasgos distintivos que diferencian cada una de ellas del resto son el trato al cliente y contar con una magnífica plantilla de especialistas que permite ofrecer un inmejorable servicio, con un altísimo nivel de profesionalidad
Otros aspectos que han sido menos mencionados pero que todavía gozan de cierta relevancia son los servicios prestados, en cuanto a calidad, rapidez y agilidad, así como el grado de especialización de dichos servicios.
Nuestro consejo
Invirtamos en nuestra marca y nuestro posicionamiento, y busquemos nuestros elementos diferenciales.