Juan Ignacio De Elizalde
Director general de Coca-Cola Iberia
El teletrabajo exige más confianza y una gestión por objetivos
¿Cómo ha cambiado la crisis la forma de trabajar en Coca-Cola?
Ha sido una combinación de personas y tecnología, que muchas veces se ve como opuesta, pero que en este caso ha ido de la mano. El teletrabajo ya era habitual en Coca-Cola y la realidad es que ha sido un paso bastante natural y ha funcionado bien. Hemos tratado de mantener el contacto, que no se pierda esa relación que se genera cada día en la máquina de café o en el comedor.
¿Cómo ha gestionado la relación con su equipo?
Un rol como el mío requiere dejar que cada uno haga su trabajo y tener luego durante la semana reuniones personales y de grupo para poner en común. Lo nuevo que ha traído el teletrabajo ha sido encontrar más espacios informales de relación, como un desayuno, que antes no tenía agendados en mi calendario
¿Le ha obligado esta experiencia a delegar más?
Somos una empresa que confía mucho en la iniciativa propia. Lo que sí cambia notablemente es que estamos acostumbrados a controlar el trabajo viendo a la gente y ahora no sé dónde está el equipo. La gestión del teletrabajo exige más confianza en las personas y una gestión mucho más por objetivos. Dejar que cada uno gestione su tiempo y esperar el resultado final del proceso.
¿Habrá un antes y un después en la forma de trabajar en Coca-Cola?
Yo creo que sí. Esta relación de confianza, con más libertad para gestionar los tiempos, es algo muy positivo que se mantendrá. No es sostenible trabajar al 100% de forma virtual, pero el futuro será mucho más balanceado entre el trabajo presencial y a distancia. Desde el punto de vista del negocio, el consumidor está cambiando sus hábitos, pero la necesidad de estar cerca de familia y amigos va a seguir. Creemos que va a haber más opciones de socializar dentro que fuera del hogar, pero lo básico, que es estar juntos, va a permanecer.
Antonio Lorenzo
Consejero delegado de Scottish Windows y director general de Lloyds Bank
Hemos instalado 4.500 ordenadores para la plantilla durante la crisis
¿Qué experiencias positivas saca de esta crisis?
Era imposible haber hecho una prueba real de teletrabajo de este calibre y el resultado nos ha demostrado que podemos ser muy flexibles en el futuro. Tenemos muchos centros de trabajo y oficinas en todo el país y esto vamos a poder racionalizarlo. También hemos visto que los sistemas informáticos funcionan. Los viajes también van a reducirse. Hemos visto que se puede seguir muy bien el pulso de la empresa sin necesidad de estar viajando constantemente.
¿Se puede mantener la productividad desde casa a medio plazo?
Muchos de nuestros empleados nos piden volver a la oficina, pero por razones de seguridad no podemos. La clave de que todo pueda funcionar está en que las escuelas reabran y los niños estén en las aulas. Solo así los empleados podrán trabajar, mientras ven las ventajas de ahorrarse el tiempo de desplazamientos y poder conciliar mejor su vida.
¿Cómo va a cambiar el sector asegurador tras esta crisis?
En Scottish Widows tenemos seguros de hogar, de vida y de fondos de inversión y pensiones individuales y de empresa. La sociedad está aprendiendo que no ahorra lo suficiente para el futuro y muchos se han dado cuenta de que no pueden sobrevivir tres meses sin trabajar. Esta nueva realidad va a producir una oportunidad para las empresas enfocadas en el ahorro y la previsión. La gente está preocupada porque ve que no ahorra lo suficiente y para el sector este cambio de tendencia va a ser positivo. El coronavirus ha despertado la vulnerabilidad del ser humano.