Sin lugar a dudas, estos cambios han influido en las políticas retributivas, que se han tenido que adaptar a la realidad social. Algunas de las consecuencias que se irán notando poco a poco son:
- Individualización de los salarios. Cada vez se hace más necesario individualizar los sistemas de retribución de las organizaciones, adaptándolos a los estilos de vida y a las necesidades de cada uno.
- Flexibilización de las políticas salariales, de tal modo que la firma se pueda ir adaptando a las circunstancias de su entorno.
- Retribución basada en el rendimiento. Para ello existe la tendencia de establecer objetivos y sistemas de evaluación del rendimiento.
- Se establecen sistemas de retribución más igualatorios y fundamentados
- Las firmas son conscientes de que no hay fórmulas mágicas y de que han de encontrar aquella que les vaya mejor y apoyarse en software de RRHH que ayude en la evaluación de los empleados
Lo que está claro es que entre los despachos profesionales empieza a haber conciencia de que a la hora de definir las políticas salariales es necesaria una cierta creatividad. Sobre todo, en una sociedad donde la eficacia organizativa y el trabajo están perdiendo importancia para muchos individuos.
En todo caso, encontrar un modelo de retribución eficaz y fidelizar a sus empleados y profesionales es un reto importante que tienen los despachos, especialmente cuando el salario ya no motiva tanto. Para muchas firmas medir de forma rigurosa y equitativa el trabajo de su plantilla se ha convertido en un objetivo prioritario. De todos modos, evaluar a los empleados es tarea difícil, y tampoco no es fácil establecer unos parámetros objetivos. Precisamente, dada esta dificultad, en algunas firmas se considera clave implementar sistemas de retribución variable apoyándose en software de RRHH especializados.