No nos cansaremos de decir lo importante que es tener a un profesional del asesoramiento jurídico muy cerca, para poder tomar las decisiones acertadas, dentro del ordenamiento. Para poder anticiparnos, y evitar males mayores. Para prevenir la catástrofe en ciertos casos, Y sobre todo para estar en paz. Para tener la tranquilidad de que todo lo hemos dejado en buenas manos. Es importante saber rodearse de gente que sabe más que nosotros en ciertas cuestiones. Es fundamental tener buenos asesores, actualizados y al día. El ordenamiento cambia a una velocidad vertiginosa y solo aquellos profesionales que están atentos podrán dar los mejores consejos.
¿Cómo debe ser mi asesor?
Asesorar a un emprendedor que pone en marcha un nuevo modelo de negocio implica contar con profesionales con conocimientos multidisciplinares que puedan ofrecer un servicio jurídico y económico global.
Detrás de un caso de éxito de un proyecto emprendedor suele haber un buen asesoramiento, lo que incluye tener bien atados todos los flecos legales del negocio.
Pero, ¿sirve la asesoría tradicional para dar respuesta a este nuevo “cliente”?
El profesional que se disponga a asesorar a este tipo de proyectos tecnológicos/innovadores requiere de un conocimiento específico de ciertas áreas del derecho, pero también conocer las necesidades particulares del emprendedor, de manera que pueda dar solución y anticiparse a los distintos escenarios a los que se va a enfrentar el negocio. Su perfil debe ser tan disruptivo como el de los emprendedores a los que va a asesorar.
El perfecto consejero
Las competencias que debe cumplir un asesor que quiera sobresalir en el mundo emprendedor son:
- Capacidad para predecir los cambios y evitar los problemas legales.
- Mentalidad de innovador y emprendedor.
- Ser rápido y ejecutivo en las respuestas y los consejos.
- Saber rodearse de buenos profesionales, especialistas en sus ámbitos (fiscal, laboral, mercantil, propiedad intelectual, ayudas, financiación, planes de negocio…).
- Foco en el cliente y en su crecimiento.
Finalmente, las tres preguntas que un emprendedor debería plantear en el “casting” de búsqueda de un buen asesor serían las siguientes:
- Cómo asesor/firma, ¿por qué le interesa trabajar con nuestra empresa? (“Sabe algo de ella, de nuestro sector o negocio”).
- ¿Qué ventajas o beneficios obtendré si trabajamos con su firma? (“No me explique todavía los servicios, solo hábleme de sus ventajas o aspectos diferenciales”).
- ¿Qué información necesitará para elaborar una propuesta que se adapte a nuestras necesidades? (Con esta pregunta sabrá si la propuesta es estándar o a medida).
Espero que encontréis a vuestro asesor y os deseo muchísimo éxito en vuestro camino hacia el éxito: tanto a los emprendedores que iniciáis ahora vuestro camino, como a los que lo hicisteis hace unos años.